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El cinturón de fuego del Pacifico

El cinturón de fuego del Pacifico, es una zona geológica donde se produce el fenómeno de subducción de las placas continentales, lo que genera una enorme actividad volcánica y telúrica. Coincide planamente con las costas del océano Pacifico y a su actividad debemos la existencia de cadenas montañosas en varios continentes. Cuenta aproximadamente con 450 volcanes y es responsable del 90 % de los terremotos del planeta, con eventos de gran magnitud en un 80% en referencia a los que se producen en todo el planeta.


La costa sobre ese océano que tiene nuestro país, nos hace un elemento perteneciente a dicho circulo de fuego y las cadenas montañosas que recorren todo el territorio tienen su origen en esa zona de subducción y en las fuerzas de choque de las placas tectónicas. Por lo tanto, es un hecho incontrastable que nuestro país ocupa una situación de alta vulnerabilidad frente a la ocurrencia de terremotos y erupciones volcánicas. De hecho, dada la inmensa cantidad de eventos de esas características, existe una entidad especializada en monitorear los cerca de 25 volcanes y los puntos críticos de actividad sísmica, llamada SGC, Servicio Geológico Colombiano.


Debido a tragedias ocurridas en el pasado, como son la de Armero en el Tolima y el terremoto de Armenia en el Quindío, por mencionar dos de alto impacto, el SGC ha implementado sistemas de monitoreo que permite emitir boletines informativos, tendientes a la prevención de desastres por medio de la educación y la generación de estadísticas, aumentando permanentemente el conocimiento de la realidad geológica de la nación.
En uno de dichos boletines, emitido el pasado 14 de septiembre, el SGC nos informa que entre el día 8 de septiembre y el propio 14, se produjeron en el país 591 sismos de los cuales 4 fueron de una magnitud moderada. No podemos olvidar que hace un mes aproximadamente ocurrieron varios sismos, uno de los cuales superó la magnitud 6 en Santander, seguido de varias réplicas superiores a magnitud 5, medidos en la escala de Richter.


Estos datos que nos aportan las autoridades competentes nos dan la posibilidad de dimensionar el riesgo de resultar afectados por un movimiento telúrico, un terremoto de mayores magnitudes y con capacidad de alto impacto por su poder destructivo.